INGREDIENTES:
500 g de carne de ternera picada
1 huevo
1 cebolla grande (o 2 medianas)
2-3 cucharadas de harina
300 ml de salsa romesco (casera o de buena calidad)
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra al gusto
Perejil fresco (opcional)
1 diente de ajo (opcional)
Pan rallado (opcional, para dar más cuerpo a las albóndigas)
1.
En un bol grande, mezcla la carne picada con el huevo, sal, pimienta y, si quieres, un poco de ajo picado y perejil fresco. Si la mezcla queda muy húmeda, agregue una cucharada de pan rallado para compactar.
Forme bolitas del tamaño de una nuez y pásalas ligeramente por harina.
2.
Caliente abundante aceite de oliva en una sartén grande.
Fríe las albóndigas a fuego medio alto hasta que estén doradas por fuera (no es necesario que estén hechas por dentro, ya que se terminarán de cocinar después).
Retíralas y colócalas sobre papel absorbente.
3.
En la misma sartén (retira un poco de aceite si hay demasiado), añade la cebolla cortada en juliana fina y una pizca de sal.
Cocina a fuego medio-bajo hasta que la cebolla esté bien dorada (unos 15-20 minutos). Si quieres, puedes añadir una pizca de azúcar para potenciar el dulzor.
4.
Coloque las albóndigas en una fuente o cazuela.
Agregue la cebolla
Vierte la salsa romesco por encima de las albóndigas y la cebolla.
Lleva al fuego suave durante 5-10 minutos para que todo se integre y las albóndigas terminen de hacerse.
5.
Acompaña con pan crujiente o una guarnición de arroz blanco.
: Si tienes tiempo, haz la salsa en casa con tomates, pimientos, almendras, avellanas, ajo, sartén, aceite de oliva, vinagre, sal y pimentón.
: Si quieres unas albóndigas más jugosas, mezcla la carne con un poco de leche y pan remojado.
¡Disfruta de unas albóndigas jugosas, llenas de sabor y con el toque irresistible de la salsa romesco!
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